glp1 y enfermedad de crohn

GLP-1 y Enfermedad de Crohn: Seguridad y Consideraciones Clínicas

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Fella

Los agonistas del receptor GLP-1, como semaglutida y liraglutida, se utilizan ampliamente para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad. Sin embargo, pacientes con enfermedad de Crohn que consideran estos medicamentos enfrentan consideraciones especiales debido a sus efectos sobre el tracto gastrointestinal. Aunque no existe evidencia de una relación causal directa entre GLP-1 y enfermedad de Crohn, los efectos secundarios gastrointestinales de estos fármacos—como náuseas, vómitos y alteraciones del tránsito intestinal—requieren evaluación cuidadosa en pacientes con condiciones inflamatorias intestinales preexistentes. Este artículo examina la evidencia actual, consideraciones de seguridad y alternativas terapéuticas para esta población.

Respuesta Rápida: No existe evidencia científica que establezca una relación causal directa entre el uso de agonistas GLP-1 y el desarrollo o empeoramiento de la enfermedad de Crohn.

  • Los agonistas GLP-1 son medicamentos que imitan la hormona intestinal GLP-1, aprobados para diabetes tipo 2 y obesidad, actuando mediante estimulación de insulina, supresión de glucagón y retraso del vaciamiento gástrico.
  • Los efectos gastrointestinales más comunes incluyen náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal, especialmente durante las primeras semanas de tratamiento.
  • La enfermedad de Crohn no aparece como contraindicación en las etiquetas de la FDA para agonistas GLP-1, aunque los datos de seguridad específicos en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal son limitados.
  • Pacientes con Crohn activo, estenosis intestinales o antecedentes de obstrucción requieren evaluación cuidadosa antes de iniciar estos medicamentos debido al riesgo teórico de complicaciones obstructivas.
  • Alternativas terapéuticas incluyen metformina, inhibidores SGLT2 e inhibidores DPP-4 para diabetes, con perfiles de efectos gastrointestinales potencialmente más favorables.
  • La decisión de usar agonistas GLP-1 en pacientes con Crohn debe individualizarse mediante coordinación multidisciplinaria entre gastroenterólogos y endocrinólogos, con monitoreo estrecho de síntomas.

Ofrecemos medicamentos compuestos y Zepbound®. Los medicamentos compuestos son preparados por farmacias autorizadas y no están aprobados por la FDA. Las referencias a Wegovy®, Ozempic®, Rybelsus®, Mounjaro®, Saxenda® u otras marcas de GLP-1 son solo informativas. Los medicamentos compuestos y los aprobados por la FDA no son intercambiables.

¿Qué son los medicamentos GLP-1 y cómo funcionan?

Los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1) son una clase de medicamentos originalmente desarrollados para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y, más recientemente, aprobados para el manejo de la obesidad. Estos fármacos incluyen semaglutida (Ozempic, Wegovy, Rybelsus), dulaglutida (Trulicity), liraglutida (Victoza, Saxenda) y tirzepatida (Mounjaro, Zepbound), aunque esta última es técnicamente un agonista dual que actúa tanto sobre receptores GLP-1 como GIP.

El mecanismo de acción de estos medicamentos se basa en imitar la función de la hormona GLP-1 natural, que se produce en el intestino delgado en respuesta a la ingesta de alimentos. Los agonistas GLP-1 actúan mediante varios mecanismos complementarios:

Mecanismos principales:

  • Estimulan la secreción de insulina de manera dependiente de la glucosa

  • Suprimen la liberación de glucagón cuando los niveles de azúcar están elevados

  • Retrasan el vaciamiento gástrico, prolongando la sensación de saciedad

  • Actúan sobre centros del apetito en el cerebro, reduciendo el hambre

Estos medicamentos se administran mediante inyección subcutánea, generalmente una vez por semana (semaglutida inyectable, dulaglutida, tirzepatida) o diariamente (liraglutida), dependiendo del fármaco específico. La semaglutida también está disponible en formulación oral (Rybelsus) para diabetes tipo 2. La FDA ha aprobado varios de estos agentes tanto para diabetes tipo 2 como para el control del peso en adultos con obesidad (IMC ≥30) o sobrepeso (IMC ≥27) con al menos una comorbilidad relacionada con el peso.

Es importante destacar que estos medicamentos tienen advertencias de seguridad significativas, incluyendo una advertencia en recuadro sobre el riesgo de tumores de células C tiroideas (contraindicados en pacientes con antecedentes personales o familiares de carcinoma medular de tiroides o síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2).

La efectividad de los agonistas GLP-1 en la reducción de la hemoglobina A1c (HbA1c) y en la pérdida de peso ha sido bien documentada en múltiples ensayos clínicos. Sin embargo, su uso en poblaciones con condiciones gastrointestinales preexistentes, como la enfermedad de Crohn, requiere consideraciones especiales debido a sus efectos sobre el tracto digestivo.

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Relación entre GLP-1 y la enfermedad de Crohn

La enfermedad de Crohn es una condición inflamatoria intestinal crónica que puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano, aunque más comúnmente compromete el íleon terminal y el colon. Esta enfermedad se caracteriza por inflamación transmural, formación de fístulas, estenosis y síntomas como dolor abdominal, diarrea, pérdida de peso y fatiga.

Actualmente, no existe evidencia científica que establezca una relación causal directa entre el uso de agonistas GLP-1 y el desarrollo o empeoramiento de la enfermedad de Crohn. Los estudios clínicos extensos realizados para la aprobación de estos medicamentos no han identificado la enfermedad de Crohn como un efecto adverso asociado. Estudios observacionales recientes basados en datos de reclamaciones de seguros en EE.UU. tampoco han mostrado un aumento en la frecuencia de brotes de enfermedad inflamatoria intestinal en pacientes que utilizan estos medicamentos.

Algunos investigadores han explorado el papel potencial del sistema GLP-1 en la modulación de la inflamación intestinal. Estudios preclínicos sugieren que el GLP-1 endógeno podría tener propiedades antiinflamatorias en el intestino, aunque estos hallazgos no se han traducido consistentemente en beneficios clínicos documentados para pacientes con Crohn.

Consideraciones importantes:

  • La enfermedad de Crohn no aparece como contraindicación en las etiquetas de la FDA para agonistas GLP-1

  • Los datos sobre seguridad específica en pacientes con EII son limitados

  • La FDA ha incluido reportes poscomercialización de íleo y obstrucción intestinal con semaglutida

  • La decisión de usar estos medicamentos debe individualizarse según el estado de la enfermedad

La ausencia de una contraindicación formal no significa que estos medicamentos sean apropiados para todos los pacientes con Crohn, especialmente aquellos con enfermedad activa, estenosis significativas o antecedentes de obstrucción intestinal.

Efectos gastrointestinales de los agonistas GLP-1

Los efectos secundarios gastrointestinales son las reacciones adversas más comunes asociadas con los agonistas GLP-1, reportadas en una proporción significativa de pacientes que inician estos tratamientos. Comprender estos efectos es particularmente relevante para pacientes con enfermedad de Crohn, cuyo tracto digestivo ya está comprometido.

Efectos gastrointestinales más frecuentes:

  • Náuseas: El efecto adverso más común, ocurriendo frecuentemente durante las primeras semanas de tratamiento

  • Vómitos: Comunes especialmente durante la titulación inicial de la dosis

  • Diarrea: Reportada en una proporción considerable de pacientes, con variabilidad según el agente específico

  • Estreñimiento: Paradójicamente, algunos pacientes experimentan estreñimiento en lugar de diarrea

  • Dolor abdominal: Reportado con frecuencia variable según el medicamento y la dosis

  • Dispepsia y distensión abdominal: Síntomas menos frecuentes pero clínicamente significativos

Estos síntomas generalmente son más pronunciados durante las primeras semanas de tratamiento y tienden a disminuir con el tiempo a medida que el cuerpo se adapta al medicamento. La titulación gradual de la dosis, como se recomienda en las guías de prescripción, puede ayudar a minimizar estos efectos.

El mecanismo subyacente de estos efectos gastrointestinales está relacionado con el retraso del vaciamiento gástrico y la modulación de la motilidad intestinal. Para pacientes con enfermedad de Crohn, particularmente aquellos con estenosis o antecedentes de obstrucción, el retraso adicional en el tránsito intestinal podría teóricamente aumentar el riesgo de complicaciones obstructivas.

Otros efectos adversos importantes:

  • Pancreatitis aguda (rara pero grave, requiere atención médica inmediata)

  • Enfermedad de la vesícula biliar (colelitiasis, colecistitis) - particularmente relevante en pacientes con Crohn ileal que ya tienen mayor riesgo basal

  • Lesión renal aguda secundaria a deshidratación por síntomas gastrointestinales severos

  • Complicaciones de retinopatía diabética con reducción rápida de glucosa (particularmente con semaglutida)

  • Reportes poscomercialización de íleo y obstrucción intestinal

Estos medicamentos también pueden alterar la absorción de otros fármacos debido al retraso en el vaciamiento gástrico, lo que podría ser relevante para pacientes con Crohn que toman múltiples medicamentos.

La FDA requiere que las etiquetas de estos medicamentos incluyan advertencias sobre estos riesgos. Los pacientes deben ser educados sobre los signos de alarma que requieren atención médica inmediata.

Consideraciones de seguridad para pacientes con Crohn

Los pacientes con enfermedad de Crohn que consideran el tratamiento con agonistas GLP-1 para diabetes tipo 2 u obesidad requieren una evaluación cuidadosa y un seguimiento estrecho. Aunque estos medicamentos no están contraindicados formalmente en la enfermedad de Crohn, existen consideraciones clínicas importantes que deben guiar la toma de decisiones.

Evaluación previa al inicio del tratamiento:

Antes de prescribir un agonista GLP-1 a un paciente con Crohn, los médicos deben evaluar:

  • Estado de actividad de la enfermedad: Los pacientes en remisión clínica y endoscópica son candidatos más apropiados que aquellos con enfermedad activa

  • Presencia de complicaciones estructurales: Estenosis, fístulas o antecedentes de obstrucción intestinal representan preocupaciones significativas

  • Síntomas gastrointestinales basales: Pacientes con náuseas, vómitos o dolor abdominal preexistentes pueden experimentar empeoramiento

  • Estado nutricional: La malabsorción o desnutrición preexistente podría agravarse con la reducción adicional de la ingesta alimentaria

  • Riesgo biliar: Evaluar antecedentes de colelitiasis, especialmente en pacientes con enfermedad ileal

  • Antecedentes de gastroparesia: Estos medicamentos no se recomiendan en pacientes con gastroparesia severa

  • Historia familiar/personal de carcinoma medular de tiroides o MEN2: Constituyen contraindicaciones absolutas

Precauciones durante el tratamiento:

  • Iniciar con la dosis más baja posible y titular muy gradualmente

  • Monitorear estrechamente los síntomas gastrointestinales, especialmente durante las primeras 8-12 semanas

  • Mantener comunicación regular con el gastroenterólogo que maneja la enfermedad de Crohn

  • Evaluar marcadores inflamatorios (proteína C reactiva, calprotectina fecal) si hay sospecha de brote

  • Considerar estudios de imagen si aparecen síntomas obstructivos

  • Monitorear función renal y electrolitos si se presentan vómitos o diarrea persistentes

Señales de alarma que requieren evaluación inmediata:

  • Dolor abdominal severo o persistente, especialmente si es diferente del patrón habitual del paciente

  • Vómitos persistentes que impiden la hidratación oral

  • Distensión abdominal progresiva

  • Ausencia de evacuaciones o gases (posible obstrucción)

  • Fiebre, escalofríos o signos de sepsis

  • Pérdida de peso rápida o desproporcionada

  • Sangrado gastrointestinal

  • Disminución del volumen urinario, orina oscura o mareos intensos (posible deshidratación/lesión renal)

  • Dolor en cuadrante superior derecho (posible complicación biliar)

La American Gastroenterological Association (AGA) y el American College of Gastroenterology (ACG) no han emitido guías específicas sobre el uso de agonistas GLP-1 en pacientes con EII, reflejando la falta de datos robustos en esta población. Por lo tanto, las decisiones deben individualizarse mediante discusión multidisciplinaria entre endocrinólogos, gastroenterólogos y el paciente, sopesando cuidadosamente los beneficios potenciales contra los riesgos teóricos.

Alternativas terapéuticas y recomendaciones médicas

Para pacientes con enfermedad de Crohn que requieren tratamiento para diabetes tipo 2 u obesidad pero en quienes los agonistas GLP-1 pueden no ser la opción más segura, existen múltiples alternativas terapéuticas que deben considerarse.

Alternativas para el manejo de la diabetes tipo 2:

  • Metformina: Sigue siendo el tratamiento de primera línea para diabetes tipo 2 según las guías de la American Diabetes Association (ADA). Generalmente bien tolerada, aunque puede causar diarrea en algunos pacientes

  • Inhibidores SGLT2: Medicamentos como empagliflozina o dapagliflozina ofrecen beneficios cardiovasculares y renales con un perfil de efectos gastrointestinales más favorable, aunque conllevan riesgo de deshidratación e infecciones genitourinarias

  • Inhibidores DPP-4: Sitagliptina, linagliptina y otros agentes de esta clase tienen menos efectos gastrointestinales que los agonistas GLP-1

  • Insulina: Puede ser necesaria en algunos casos, especialmente si el control glucémico es inadecuado con otros agentes

  • Tiazolidinedionas: Pioglitazona puede considerarse, aunque tiene sus propias consideraciones de seguridad

Alternativas para el manejo de la obesidad:

  • Modificaciones del estilo de vida: Intervenciones dietéticas supervisadas por nutricionistas especializados en EII, actividad física adaptada

  • Terapia conductual: Programas estructurados de modificación de comportamiento

  • Otros medicamentos para la obesidad:

  • Fentermina-topiramato (Qsymia): contraindicado en embarazo (categoría X) y requiere precaución en pacientes con antecedentes de convulsiones
  • Naltrexona-bupropión (Contrave): precaución en pacientes con hipertensión no controlada o trastornos convulsivos
  • Orlistat (Xenical/Alli): aunque disponible, sus efectos secundarios gastrointestinales podrían ser problemáticos en pacientes con Crohn

  • Cirugía bariátrica: En casos seleccionados, aunque requiere evaluación cuidadosa en pacientes con Crohn debido a las alteraciones anatómicas preexistentes y el riesgo de complicaciones

Los medicamentos para la obesidad están indicados como complemento a la dieta y el ejercicio en adultos con IMC ≥30 kg/m² o IMC ≥27 kg/m² con al menos una comorbilidad relacionada con el peso.

Recomendaciones para la práctica clínica:

Enfoque multidisciplinario: La coordinación entre especialidades es esencial. El endocrinólogo o médico de atención primaria debe comunicarse con el gastroenterólogo antes de iniciar terapias que afecten significativamente el tracto gastrointestinal.

Toma de decisiones compartida: Los pacientes deben participar activamente en las decisiones terapéuticas, comprendiendo tanto los beneficios potenciales como los riesgos teóricos de cada opción.

Monitoreo individualizado: Si se decide proceder con un agonista GLP-1 en un paciente con Crohn en remisión, establecer un plan de monitoreo claro con puntos de evaluación específicos y criterios para la discontinuación.

Documentación exhaustiva: Registrar la justificación de la decisión terapéutica, las alternativas consideradas y las discusiones con el paciente sobre riesgos y beneficios.

En conclusión, aunque los agonistas GLP-1 no están contraindicados en la enfermedad de Crohn, su uso requiere una evaluación cuidadosa del estado individual del paciente, consideración de alternativas terapéuticas y un plan de monitoreo robusto. La ausencia de datos específicos en esta población subraya la importancia del juicio clínico individualizado y la vigilancia estrecha.

Scientific References

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Preguntas Frecuentes

¿Los medicamentos GLP-1 pueden causar o empeorar la enfermedad de Crohn?

No existe evidencia científica que establezca una relación causal directa entre el uso de agonistas GLP-1 y el desarrollo o empeoramiento de la enfermedad de Crohn. Los estudios clínicos extensos no han identificado la enfermedad de Crohn como un efecto adverso asociado, y la condición no aparece como contraindicación en las etiquetas de la FDA.

¿Es seguro usar medicamentos GLP-1 si tengo enfermedad de Crohn?

La seguridad depende del estado individual de la enfermedad. Pacientes en remisión clínica sin estenosis o complicaciones obstructivas pueden ser candidatos apropiados con monitoreo estrecho, mientras que aquellos con enfermedad activa o complicaciones estructurales requieren evaluación cuidadosa y consideración de alternativas terapéuticas.

¿Qué alternativas existen a los GLP-1 para pacientes con Crohn que necesitan tratamiento para diabetes u obesidad?

Para diabetes tipo 2, alternativas incluyen metformina, inhibidores SGLT2 e inhibidores DPP-4, que generalmente tienen menos efectos gastrointestinales. Para obesidad, opciones incluyen modificaciones del estilo de vida supervisadas, terapia conductual, otros medicamentos como fentermina-topiramato o naltrexona-bupropión, y en casos seleccionados, cirugía bariátrica.


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